sábado, 4 de diciembre de 2010

Cerrar una etapa

Desde 2008 he convivido con ellos, por periodos interrumpidos o consecutivos, pero siempre ahí.
Cuando mi maestro me ofreció esta oportunidad, yo acepté a falta de algo más qué hacer (supongo) y me encarrilé a esta nueva etapa, la de recibir órdenes simples y llevarlas a cabo óptimamente. Tareas sencillas y un sentido de responsabilidad resultaban algo divertido. Generalmente yo recibía las indicaciones de parte de la contadora, quien a su vez las recibía explícitamente de la administradora y me decía: Marielena quiere que hagas esto, de tal manera y aquí esta lo que necesitas, si te falta algo me dices.
Yo ejecutaba mis indicaciones sin distracción y con el objetivo de terminar la que estuviera en curso, sólo por la curiosidad de saber cuál sería la siguiente misión.
Entonces, es necesario un inventario. Interactuar con el resto del personal de la oficina y tomar muchas fotografías.
Cumpleaños, cambio de director, recorte de personal, compresión del área de oficinas, cambio de mi supervisor (o una combinación), después el mundial y la carrilla de siempre; copias y más copias hasta cansar a la copiadora (y acabar con los árboles del planeta), cultura de reciclaje doble de hojas blancas, organización impecable y seguir las reglas. Contratistas, criterios feministas, tú tienes mis expedientes, café quemado y estas ocupando mi lugar (el mío era el que estuviese vacío); ¿quién tiene la llave del baño?.
Nelia dónde está esto, Nelia dónde dejaste esto otro, y ser culpable de todo por eleccción (échame a mí la culpa...). Entrega final y cierra el invetario otra vez. Relaciona y acomoda todo; al final los expedientes casi me asfixian, pero con ayuda y paciencia de mi supervisor el objetivo se alcanzó. Ah, no me quiero ir. ¿Qué más hago?
Bueno, ya me voy, los invito a comer, para que en mi casa sepan con quien he pasado los dos o tres últimos años...

sábado, 20 de noviembre de 2010

Hijo de tu puta madre


hijo mío.


Yo puta.




Re-puta

martes, 19 de octubre de 2010

Ojalá me extrañes
"Hola niña hermosa!! mj"
Se leía del post it al final de la carpeta.
El sentimiento de extrañar algo y/o a alguien, me corroe las entrañas.
Extraño un chocolate, un beso, 2 personas, un calor, un helado, el sol, una siesta, un libro, una inspiración para escribir; extrañar tanto, ha creado ya vacío dentro de mí.
Me queda el cascarón, las lonjas y los botones a punto de ceder. Sin tí.
Fomento el idealismo para ahuyentar la realidad, que me estresa, que me exige, que presiona; olvido cosas, dejo que la vida pase.
Debería de dedicarme exclusivamente a dormir, sin pretender que hago algo de provecho.
Debería retirarme a una casita lejana, cerca de un lago, a escribir hasta exprimir el alma.
"... con dos agujeros en el alma, para tornillos de 3/4"..." hasta ahí leí del problema, 2 horas después continué leyendo, como en eco, aquella infamia revoloteaba mi mente.
Eso me hace falta: escribir.
Pero no las deducciones de fórmulas combinadas; pero no las cargas que bajan a las trabes, pero no los tiempos del proceso, pero no los cálculos para abastecer un sistema, pero no el esfuerzo que soporta el alma de una viga. Uno no debería meterse con su alma.
Pero pues así es: a darle hasta que colapsa.
Te quiero computadora :)
Tú no me abandones, tú no me prometas, tú no me ofendas, tú no me ignores, tú no me hagas llorar, tú no dejes que el mundo me coma, tú tomame de los dedos y vamos al planeta del principito a decirle que
E X T R A Ñ A R


TANTO TANTO

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cilindros de concreto

Descubrí una adorable facinación de ver tronar los cilindros de concreto en la prueba de resistencia a la compresión.
Tan inpenetrables y homogéneos que aparentan solo con ver su perfecto acabado exterior, que parece extraño que puedan fisurarse como si fueran de cartón o un material mas destructible.
Pero si, todo tiene que ceder; en un punto.

viernes, 16 de julio de 2010

"Tú serás verdaderamente libre cuando sepas amar sin juzgar"


Un hecho obvio - Laura Pausini
Bueno es complacerte y hacer lo que en medida de tu libertad sea posible. Lo malo es cuando involucras a alguien más.
Mmmm
Si, claro, me estoy involucrando contigo.Si claro, me gusta besarnos. Y que estes al pendiente de mi. pero no quiero, pero me convences, pero algo anda mal, pero no sé qué,
no se puede vivir entre azul y buenas noches, en qué va a quedar.
no quiero arruinar lo que teniamos, o lo que tenemos, o seguir indecisa o enfadarte o perderte. aunque no te tenga,
por otra parte esta el lío en que nos hemos metido, esta suerte de besitos de contrabando, es como un juego, como k nadie deba saberlo.
Pienso que la felicidad no depende de estar con alguien más.
No quiero hacer planes para nosotros.

Pero estoy feliz.
¿cuenta?

sábado, 12 de junio de 2010

Si, caigo en cuenta:
la vida no tiene sentido vivirla en pro de complacer a otros, de llevar a cabo aquellas acciones específicas que harán que alguien más se sienta complacido.
Sin embargo, no uso la pc en la cama.
¿En qué momento dejas de vivir?, ¿acaso te pones en pausa o, cómo?, para empezar a ser como alguien dice que debes ser, o hacer lo que alguien empera que hagas y lo que no.
Será que he superado verte de la mano con tu nueva novia.
La gente suele cambiar con el paso del tiempo, y en el fondo, conservar su individualidad; cómo podría entonces dejar de cambiar, detener su evolución social y congelar su sentido de la vida.
Si, pasa.
Ahora caigo.
¡Ah, ya! , como dijo mi doctora, sin cabida a argumentos.
Tengo toneladas de trabajo en cola, que si qué te gusta hacer, que música te gusta, qué películas te gustan, ¿porqué escribes con acentos en el blog y no en mesenger?, ¿sólo en la embriaguez se permite llamarse "divertido"?
He aqui mi dilema contra el alcohol, lo siento, no te atrevas.
¿Porqué fumas?
¿Porqué bebes así?
¿Porqué conduces así?
¿Porqué llegas a tales horas?
Mira que a las 12 es el clímax de los eventos.
Perdí el punto.
¡¡Me perdí!!, vaya...
En vez de oprimir pausa, le puse stop, y puf!, como que desaparecí del mapa.
Tengo qué reinventarme, a MI manera de ver, vivir sólo para MÍ, disfrutar la escuela, la juventud.. bah! si, ahora doy conferencias de superación, jajajaj,
Quiero ser muchas cosas, quiero un sentido para mi vida.

viernes, 11 de junio de 2010

Mira que con esta pósima se te ha quitado lo fea!!

sábado, 29 de mayo de 2010

Fue justo al verte partir.
El gusano empezó a hacer de las suyas.
Heme aquí.
¡Qué hermoso te hizo Dios!
Y pensé:
¿Estaré haciendo bien al dejarte ir?
Al tomar LA desición de dejarte.
De saber de cierto, que no eres tú el niño de mis ojos.

De alguna manera ya no eres de quien tuve qué huir.
Cuánta presencia tienes,
Qué porte,
Qué pulcro,
Qué bello eres, sin duda.

¿Será que esto es lo que yo busco?

Ehmmm
Tendré qué ver cómo fluyen las cosas.
No quisiera causarte mal,
ni causarmelo,
ni negarte oportunidades,
que ciertamente te pertenecen,
pero tengo qué saber dónde quedo yo;
Pasiencia querido,
Pasiencia.

¿Y yo?



Help!

domingo, 23 de mayo de 2010

Te quiero, fea

Te prefiero en la oscuridad,
saber que eres tú, pero no verte;
Prefiero leerte,
a que me platiques;
te prefiero con lentes.
Y te prefiero un asiento detrás.

Eres bonita de corazón,
de sentimientos,
y tienes dulzura para todos,
pero eres fea.

Tienes el cabello descuidado,
la cara deslavada,
y tu piel es muy seca;
pero hueles rico.

El brillo de tus ojos deslumbra,
tienes la boca llena de poesía,
y tu sonrisa alivia todas las penas;
pero eres fea.

Me gusta como te vistes,
me gusta como me saludas,
como me miras y lo que me dices,
por eso te quiero.

Tus palabras inspiran,
dichas detrás del telón,
con tu linda voz;
así te quiero, fea.

martes, 11 de mayo de 2010

5:46 pm
el sol bajando,
yo en el centro de cómputo,
un bostezo y después otro.
Descanso la vista.
Dormito furtivamente entre con la cara entre mis manos.
Me quedan otras 2.16 horas aquí.

¡Bang! ¡Bang!
Llega sorpresivamente la comitiva de deportes.
¡Bang! ¡Bang!
Jóvenes, jóvenes, un segundo por favor. Habla la maestra.
Nos informa de los eventos a realizarse, mientras algunos nos toman fotos y el resto va disfrazado.
¡Bang! ¡Bang!
Se van.

Y yo pienso, ¡ándale,te querías dormir, ¿no?!, aquí nomás no.
Mejor bloggea esto.
Jajaja




Y yo queriendo a morir, pegar la bailadita, jajaja, pero aqui, ya todos estan serios... jajajaj
eah! eah! eah!

miércoles, 5 de mayo de 2010

Habrá que dejar los pendejismos de una vez.

Abrazo

31 minutos han pasado desde que decidí desconectarme.

Unas 7 canciones, la mayoría completas, a otras no le soporto su segunda mitad.

Pensando en ese abrazo, todo gira en torno suyo. Es todo un acontecimiento.

Invoqué tu pensamiento y recibí tu mensaje; no tengo saldo, no puedo contestar.

Ayer hablamos de nada y de todo, mucho rato. Significa más la voz que las palabras. Percibo el color de tus mejillas y el mismo brillito de tu mirada. Pero el teléfono murió.

Anteayer llegaste. Sin táctica observable. Sólo bajo tu piel. Evadiéndonos los ojos con temas vanales. Desesperaste. Pronunciaste un vámonos que no olvido, y me arrancaste las ganas de quedarme en casa.

Fuimos a lo más lejos. Fuimos. Pero no nos quedamos, no cabíamos ahí.

Llegamos a otro lugar. Empezaba a refrescar, bebimos hielo. Bebimos historias de infancia. Nos bebimos los sentidos. El frío estaba afuera.

Desesperaste. Lentamente empleaste el tono de tu anterior vámonos y me pusiste a pensar. Emané palabras mías, de esas que no digo. Y creo que me comprendiste.

Salimos, iban a cerrar, después de las 3 horas de tiempo extra de aquel lugar de ideas. Tiesto al oído y a la vista, tus ojos.

Helado abrazo de la noche, sin suéter apresuré al auto. Tú como si nada.

Llegamos pronto, aún no comprendes que entre más rápido lleguemos, más pronto dejaremos de vernos. Vernos acaso, si dejaramos de esquivarnos.

Hora del desenlace. Bueno, el adiós de siempre, con una cereza: ¡el abrazo!
Ese abrazo: abracito, lo completas, estas más tibio y yo tiemblo de frío, te acomodas, me acomodo, tu cara cabe en mi cuello y tus manos en mi espalda. Se me quita el frío y digo tonterías. ¿Nos quedamos así?....

El abrazo aguantó en su recuerdo todo el día. El abrazo duró con su añoranza también este día. El abrazo sigue vigente. También en mis entrañas.
Tras el tercer párrafo, no resistí y me volví a conectar. Pero entonces si estabas tú.

viernes, 30 de abril de 2010

Yo no quería dejarte.
Tú me obligaste.

Y ahora, la pena me la escondo, con esta tan hipócrita felicidad que me invade.

Puta madre!

lunes, 26 de abril de 2010

Ots!! ¿¿´Tonces??

domingo, 25 de abril de 2010

Oh, por Dios!!, no quiero que seas tú el motivo de mi felicidad!!
Me ha llegado tu olor.

Se me ha quedado.

martes, 20 de abril de 2010

Me siento feliz.
Quiero escribirte.
Yo sé que huele a peligro, que tus ojos no son míos porque no quiero y que tus labios se reprimen con todo y dientes. Que tus manos exploradoras sólo siguen la orilla del río y que nuestras mejillas coinciden más a menudo.
Pero no eres tú.
Son tus letras, ajenas mayormente y del alma alguna vez, más a menudo también.
Es tu encanto. Tu sinceridad. Tu paciencia. Tu sentimiento. Tu frases del alma. Tu presencia. Tu sonrisa. Tu alegría. Tu ternura. Tu rancherismo. Tu reciedad. Tú.
Quiero escribirte.
Pero yo, que soy libre al fin, libre quiero ser siempre, y ser quien quiera ser en el tiempo. Quiero al mundo para mí, y quiero tenerte en ese mundo, sin que termine, junto a mis cabras y junto a la niña que traigo dentro, la que platica contigo.
Me siento feliz, espero que no sea por tí; porque no quisiera depender de eso, no quisiera colgar del hilo de tu corazón. Me dices corazón y me siento especial, después gastas esa palabra con el resto del mundo.
No eres tú.
Es tu presencia. Tu existencia en sí. Tu tiempo, del caro. Tus ganas de verme, examinarme y analizarme. Tu incredulidad de mi existencia remota. Tu represión a mi piel. Tu no sé qué...
Me siento confundia entonces.
Cuando pienso en lo que sería si... y en lo que sería si no...
Sólo está ahí siempre.
Pero no me esperes.

miércoles, 14 de abril de 2010

Visita al especialista

Bueno, andaba bien perdida, sin dar muchos detalles, no atinaba la clínica en que estaba citada. Si bien, debía llegar 15min antes de mi horario, llegué, si acaso, una media hora después; nerviosa, preparada para suplicar perdón, me acerqué descaradamente con la recepcionista, quien, a su modo, me dijo: "ahorita te llaman en el 24".Órale, pensé que, o podía no haber visto mi hora, mi consultorio asignado [que era el 23] o que sin avisarme pretendía rezagarme hasta las 2 pm (como alguna vez me ocurrió, en mi consultorio, sólo por 10 min de retraso). Estaba nerviosa. Pensé que si me concentraba en hacer el Cross que tenía de tarea me iba a relajar; pues si, me funcionó, casi armé un escritorio con tantos cachivaches que saqué para trabajar, cuando me nombran, de chillante voz, que pasara al 24. Levanté la mano, como cuando digo presente en la escuela, y agarré como pude todo lo que tenía sobre mis piernas. Entré, pues, en el 24, entonces descubrí que por dentro se conectaba con el 23 y ahí estaba la alergóloga que me examinaría. Creo que respondí con mucho volumen, sería de los nervios a lo desconocido, o nervios ¡no sé de qué!, pero ella preguntaba mil cosas mientras yo guardaba cada útil en el espacio que le correspondía dentro de mi ajustada bolsa y veía como esperando que parara, todo lo que sacaba y volvía a acomodar dentro. Su aspecto me remontó a mis años de secundaria, quizá, en los que veía con entusiamo cada capítulo, incluso repetido, de "La bruja desastroza", pues su voz rasposa y amistosa similaban la de la directora de esa academia de brujas adolescentes, claro, en su versión en español, y me imaginaba que podría tener costumbres raras o ser un poco extraña de más, quizá toda su familia fuera así. Como sea, al fin metí todo y suspiré de alivio. Ahora venía lo mejor, ¡ir con la enfermera!, le llevé la hoja que me dio Mrs Cackles con cabello rubio y me dijo que esperara afuera mientras preparaba todo. Salí. Esperé nerviosa, casi con nervios falsos, exagerados, porque en el fondo me gustaba todo ese asunto de las pruebas de alergias; cuando eran la idea...
"Nelia Gómez" - chilló de nuevo la enfermera, no era gruñona, pero la fama es fama, aunque no dejaba de hablar por celular. Así me llama mi tía Maty, en vez de sólo decirme Nelia. Entré, ya me había despojado de mis dos suéteres (verdes por cierto) que traía, esperando fuera suficiente, pero me vió la enfermera y me dijo: " ¿traes otra de tirantes debajo?", le dije que si y me dijo que me quitara la de manga larga y me sentara en esa camita, usando la escalerita para subirme bien, luego dije, como bromeando, que de todos modos aunque no trajera de tirantes me la tenía que quitar para lo que me esperaba: unas 20 jeringas enfiladas en una charolita metálica, con algodones borrachos [ja ja, lo tenía que poner] y unas pinzas tipo Grey´s Anatomy para agarrarlos. Me pinchó la mitad de ellas en un brazo y el resto en el otro, y yo como que no quería gritar o exclamar cada vez, pero me imaginaba, como estaba volteando para donde no viera las inserciones, que ella me pellizcaba con la uña completa, y también me reía y volvía a lo de quejarme, con prudencia, si eso existe; terminó el bombardeo y me dio un algodoncito para que yo me siguiera tallando la sangre que saliera de las perforaciones. Entonces la alergóloga atendía a otra víctima de igual calidad. Repitió el mismo cuestionario que a mí, y la envió a lo de los 20 piquetes, no sé cuantos le tocarían a ella; y yo volví con Mrs. Cackles a que viera mis ronchas.
Me examinó y me recetó "pa´todo el año" (como dijo José Alfredo Jiménez) y que la viera entonces.
Al salir, la otra víctima tenía el par de brazos piqueteados como los míos, y supongo, que como todos los que entrábamos ahí, con el especialista alergólogo.
Salí y recogí mi sandwish que me había sido confiscado al entrar al hospital, por declarar que lo llevaba dentro de mi bolsa... En su momento le dije al guardia: "y ¿cómo sé que no se lo van a llevar?", a lo que él respondió, vacilándose de mi perocupación: "nombre, no ve todo el cochinero ese que hay", señalando la pila creciente de fruta y alimentos que otros habían confesado llevar consigo.

martes, 30 de marzo de 2010

Invisible

Llegué a pedir unos nachos a la michoacana, atendían dos muchachos y una muchacha, ella platicaba con uno de ellos, el otro me atendió.
Me hallaba plácidamente despeinada y sucumbiendo ante los antojos de mis lombricitas, cuando ella me dijo:
- ya muchacha!, devuélvele los ojos!
Se refería al muchacho con el que platicaba. Voltié por impulso, pues nadie más compraba, pero me guardé la sonrisa, me dieron mi golosina con una sonrisa, pero yo no la devolví, sólo le dije gracias, seria, cual negocio había culminado.
Caminé para seguir la calafia que se acababa de ir porque el muchacho se puso a temblar para darme unas servilletas, caminé sin prisa y mientras me colocaba los audífonos reí de lo insólito de aquel hecho, si yo ni peinada iba, de nariz roja y sin ganas de pensar. Pero es lindo saber que aun en esos casos, no soy tan invisible como quisiera. [¿quisiera?]

lunes, 29 de marzo de 2010

La verdad me hace libre.

sábado, 13 de marzo de 2010

Queda poca ternura, y alguna vez haciendo una locura, un beso y a la fuerza
Queda un gesto amable, para no hacer la vida insoportable, y así ahogar las penas...
Sólo eso queda.
Sólo quedan las ganas de llorar, al ver que nuestro amor se aleja,
frente a frente, bajamos la mirada, pues ya no queda nada de qué hablar,
nada.

La sumatoria de Paciencia + Tolerancia + similares se ha tornado indiferencia.
ya no me dueles:
¿y por qué te escribo otra vez?

martes, 19 de enero de 2010

Te extraño

Te extraño, incluso en el desdén de tu voz, en el desprecio de mi actitud, bajo tu silecio.
La brecha inmensa de tus pensamientos a mi corazón y el precipitado tiempo que la hincha.
Ahogada en súplicas, y tú te vuleves inmune, sólo oyes tus demonios.
Espero paciente, que un día el tiempo sea nuestro amigo, y confíes en mí.

domingo, 17 de enero de 2010

Empezar a pensar

Escribo lo que quiera aunque después me arrepienta, porque no siempre sentiré lo mismo. Tengo unas ropas, que en su novedad me gustaron tanto que preferí guardarlas para la mejor ocación, ahora ya no me entran; tengo unos dulces, que de tan deliciosos, decidí guardarlos para tenerlos más tiempo, ahora lucen mohosos e incomibles; tengo una cajita, con recortes que en su descubrimiento resultaron geniales, ahora a mis 20 años me resultan de secundaria; tengo esa costumbre de conservar lo que me encanta, porque pienso que siempre me va a encantar, pero cada día es diferente y el desperdicio ha sido inminente; ya no me gusta el amarillo, ahora no sé qué hacer con él, ya no me gustan los zapatos, esos que nunca usé, ya no pienso en una patria extranjera, nisiquiera en la propia, soy incapaz de hacerle un poema a ese perro morado, y me resulta infantil ver a Jim (aunque aún lo adore).
Ciertamente he perdido muchas esperanzas, las mejores ocaciones no las he reconocido, y el "para qué" se infiltra sigiloso en mis registros.
Malgasto tiempo en odiar mis pensamientos, declarando guerras e ignorando las ilusiones, que cada vez son menores, porque hay que crecer, atender la edad de los negocios y considerar siempre a dos.
Si tan sólo vieras el color de mi corazón al pensar en ciertas personas, si reconocieras lo que hago por ti, si pudieras dejar de pensar en ti.
Ya no quiero malgastar tiempo, ni pensar que luego lo usaré, el corazón se me achica, la mente me traiciona, y me vuelvo nadie después de ser otra. Quiero querer creer en mí. Alguien usa mis muebles rosas porque después de varios años seguían intactos y sólo ocupaban espacio; alguien viste esa falda preciosa que nunca usé y cuando lo intenté era tarde; alguien gasta mis plumones porque es divertido pintar con ellos, alguien tomará mi lugar sin duda, porque conmigo o sin mí, el universo marcha como debiera y no eres tan esencial como hoy lo pienso.
Tú evolucionaste y creciste como el resto, yo me quedé nadando entre quizás y ojalás de ilusión, así se quedó mi corazón: en automático.