martes, 19 de enero de 2010

Te extraño

Te extraño, incluso en el desdén de tu voz, en el desprecio de mi actitud, bajo tu silecio.
La brecha inmensa de tus pensamientos a mi corazón y el precipitado tiempo que la hincha.
Ahogada en súplicas, y tú te vuleves inmune, sólo oyes tus demonios.
Espero paciente, que un día el tiempo sea nuestro amigo, y confíes en mí.

domingo, 17 de enero de 2010

Empezar a pensar

Escribo lo que quiera aunque después me arrepienta, porque no siempre sentiré lo mismo. Tengo unas ropas, que en su novedad me gustaron tanto que preferí guardarlas para la mejor ocación, ahora ya no me entran; tengo unos dulces, que de tan deliciosos, decidí guardarlos para tenerlos más tiempo, ahora lucen mohosos e incomibles; tengo una cajita, con recortes que en su descubrimiento resultaron geniales, ahora a mis 20 años me resultan de secundaria; tengo esa costumbre de conservar lo que me encanta, porque pienso que siempre me va a encantar, pero cada día es diferente y el desperdicio ha sido inminente; ya no me gusta el amarillo, ahora no sé qué hacer con él, ya no me gustan los zapatos, esos que nunca usé, ya no pienso en una patria extranjera, nisiquiera en la propia, soy incapaz de hacerle un poema a ese perro morado, y me resulta infantil ver a Jim (aunque aún lo adore).
Ciertamente he perdido muchas esperanzas, las mejores ocaciones no las he reconocido, y el "para qué" se infiltra sigiloso en mis registros.
Malgasto tiempo en odiar mis pensamientos, declarando guerras e ignorando las ilusiones, que cada vez son menores, porque hay que crecer, atender la edad de los negocios y considerar siempre a dos.
Si tan sólo vieras el color de mi corazón al pensar en ciertas personas, si reconocieras lo que hago por ti, si pudieras dejar de pensar en ti.
Ya no quiero malgastar tiempo, ni pensar que luego lo usaré, el corazón se me achica, la mente me traiciona, y me vuelvo nadie después de ser otra. Quiero querer creer en mí. Alguien usa mis muebles rosas porque después de varios años seguían intactos y sólo ocupaban espacio; alguien viste esa falda preciosa que nunca usé y cuando lo intenté era tarde; alguien gasta mis plumones porque es divertido pintar con ellos, alguien tomará mi lugar sin duda, porque conmigo o sin mí, el universo marcha como debiera y no eres tan esencial como hoy lo pienso.
Tú evolucionaste y creciste como el resto, yo me quedé nadando entre quizás y ojalás de ilusión, así se quedó mi corazón: en automático.