martes, 30 de marzo de 2010

Invisible

Llegué a pedir unos nachos a la michoacana, atendían dos muchachos y una muchacha, ella platicaba con uno de ellos, el otro me atendió.
Me hallaba plácidamente despeinada y sucumbiendo ante los antojos de mis lombricitas, cuando ella me dijo:
- ya muchacha!, devuélvele los ojos!
Se refería al muchacho con el que platicaba. Voltié por impulso, pues nadie más compraba, pero me guardé la sonrisa, me dieron mi golosina con una sonrisa, pero yo no la devolví, sólo le dije gracias, seria, cual negocio había culminado.
Caminé para seguir la calafia que se acababa de ir porque el muchacho se puso a temblar para darme unas servilletas, caminé sin prisa y mientras me colocaba los audífonos reí de lo insólito de aquel hecho, si yo ni peinada iba, de nariz roja y sin ganas de pensar. Pero es lindo saber que aun en esos casos, no soy tan invisible como quisiera. [¿quisiera?]

lunes, 29 de marzo de 2010

La verdad me hace libre.

sábado, 13 de marzo de 2010

Queda poca ternura, y alguna vez haciendo una locura, un beso y a la fuerza
Queda un gesto amable, para no hacer la vida insoportable, y así ahogar las penas...
Sólo eso queda.
Sólo quedan las ganas de llorar, al ver que nuestro amor se aleja,
frente a frente, bajamos la mirada, pues ya no queda nada de qué hablar,
nada.

La sumatoria de Paciencia + Tolerancia + similares se ha tornado indiferencia.
ya no me dueles:
¿y por qué te escribo otra vez?